Manejar las expectativas. Ese es el objetivo de la administración del presidente Javier Milei que cierra un año volátil e ingresará a otro en el que, de entrada, deberá reunir unos U$S 4.200 millones para afrontar vencimientos de deudas. Pero la estrategia oficial no se agota en ese compromiso. Tanto el ministro de Economía, Luis Caputo, como el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, deben afianzar el mecanismo para acumular dólares y, así, robustecer las reservas internacionales, condición impuesta -y hasta ahora incumplida por la Argentina- ante el Fondo Monetario Internacional. En el camino se encuentra con los escollos de siempre: las conductas del mercado. En la etapa previa a la Navidad, el dólar sigue estable: el oficial terminó en $ 1.475 para la venta y el mayorista en $ 1.451, mientras que el “blue” registró un retroceso del 0,7% respecto de la jornada previa, y cerró en $ 1.490. En Wall Street, las acciones argentinas treparon hasta un 10%, impulsadas por la sanción del Presupuesto 2026. El Riesgo País, en tanto, volvió a descender hasta las 556 unidades durante la jornada, el nivel más bajo desde 2018. Sin embargo, con el correr de las horas, el indicador elaborado por JP Morgan escaló hasta ubicarse en 568 puntos básicos.

Optimismo

Los últimos anuncios sobre las bandas cambiarias y las reservas, en cierta medida, tranquilizaron a los operadores. Según el economista Gustavo Ber, se evalúa que esa recalibración se presenta conveniente para esta etapa post electoral, donde la elevada dolarización de ahorristas debería ir quedando atrás. “Ese optimismo financiero acerca la posibilidad de poder acceder próximamente a los mercados internacionales, lo cual se podría convertir en nuevo driver para seguir retroalimentando la convergencia del riesgo país a la región, acompañados además de merecidos upgrades desde las calificadores”, argumentó.

A través de un "portal de transparencia", Caputo expone la presión fiscal que ejercen los municipios

El analista acotó que, reflejando que el Tesoro avanza con las compras en la medida que no altera las condiciones de mercado, el dólar mayorista continúa estable en los $ 1.450, aprovechando además la estacional mayor demanda de dinero. “La expectativa de una mayor oferta de divisas, tanto desde la inversión como del financiamiento, podría ir dejando al dólar más alejado del techo de la banda, una dinámica que sería saludable y actuaría como termómetro de una plaza cambiaria fluida y ordenada”, señaló.

El miércoles Standard & Poor´s (S&P) Global Ratings elevó la calificación crediticia de la deuda soberana argentina de largo plazo. En concreto, los Globales pasaron a CCC+ desde CCC, lo que gatilló un rebote de los soberanos hard dollar sobre el final de la jornada. Si bien el upgrade constituye una señal positiva, no debe perderse de vista que este tipo de decisiones suele llegar con un rezago significativo respecto a la dinámica de mercado, advierte Portfolio Personal Inversiones (PPI). De hecho, con esta mejora, la calificación soberana vuelve recién ahora a ubicarse en el mismo nivel observado durante el proceso de reestructuración de deuda de 2020, bajo la gestión del entonces ministro de Economía Martín Guzmán. En esta línea, el upgrade llega en un contexto de riesgo país en torno a los 560 puntos básicos, y tras el reciente retorno de Argentina a los mercados internacionales de deuda con la colocación del AN29. En su informe, S&P remarcó su expectativa de que el Gobierno continúe avanzando con el programa de ajuste macroeconómico, apoyado en el mantenimiento de un superávit fiscal, una desaceleración de la inflación y la capacidad de sostener el crecimiento económico. En este sentido, la calificadora señaló que este escenario “equilibra los riesgos asociados a vulnerabilidades económicas persistentes con una mejora en los resultados fiscales y una mayor confianza de los inversores respecto del rumbo de la política económica”.